La cuestión social fue para los anarquistas, como para los partidarios de Marx, un problema de desigualdades producidas por el sistema capitalista y que justificaba la revolución social. Entre los anarquistas del siglo XIX la crítica a la sociedad de clases, en la que quien no posee los medios de producción se ve obligado a vender su fuerzas de trabajo al propietario de los mismo, se centró inicialmente en el problema del salario. Pero, a medida que se acercaba el cambio de siglo, los anarquistas comenzaron a plantear el problema en términos de necesidades, a través de la crítica moral al mecanismo jurídico de la explotación. Es, por tanto, en la crítica al Estado, cuya destrucción los anarquistas situaron en el mismo momento de la revoluci...